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El proyecto 'Life Soria ForestAdapt' busca incidir en la resiliencia de los montes como «escudos» frente a los efectos del cambio climático
Soria es un ejemplo de gestión forestal. Sus habitantes lo saben bien, sobre todo en aquellas comarcas que, históricamente, han vivido de los recursos que ofrecen sus montes. Por ello, el proyecto Life Soria ForestAdapt, que persigue reforzar la resiliencia de los bosques del sur de Europa frente al cambio climático, ha elegido Soria para introducir distintas medidas de aplicación en sus planes de gestión forestal y hacer un referente que se replique en otras zonas. Los resultados servirán para predecir «cómo serán los bosques en 2100» y, por tanto, cómo se debe actuar para que se conviertan en «escudos naturales» frente a las amenazas del calentamiento de la Tierra. La Fundación Global Nature coordina esta iniciativa, en colaboración con otras entidades, por lo que programó este jueves una visita a lo sabinares de Ciria, al Monte de Utilidad Pública (MUP) número 1 en el hayedo del Moncayo, a la Hoyada en el Moncayo y a los pinares de Ágreda y Aldehuela de Ágreda, localizaciones donde están llevando a cabo distintos estudios y ensayos sobre la evolución de las especies sometidas a los efectos del cambio climático.
«Lo que queremos es adaptar de forma sostenible la gestión forestal de la provincia de Soria al cambio climático con vistas a que las medidas sean aplicables en Castilla y León y en otros territorios de España. Nuestro eslogan es Bosques, adaptando nuestros escudos naturales», explicó el coordinador de proyectos de la Fundación Global Nature, Daniel Hernández.
La visita también contó con la participación de los socios del proyecto, en concreto con Nacho Campanero (Cesefor); Miguel García Hidalgo (Universidad de Valladolid); José Antonio Lucas (Servicio Territorial de Medio Ambiente de la Junta); Patricia Ruiz (comunicación de la Fundación Global Nature); Elvira Carles y Teresa Cuesta (Fundación Privada Empresa y Clima). En el recorrido realizado por los emplazamientos sorianos en los que se desarrollará este proyecto hasta enero de 2024, se enfatizó en que «existen muchos tipos de bosques» y en la importancia de su gestión, teniendo en cuenta que Europa cuenta con un sistema «altamente antropizado» que distorsina las dinámicas del ecosistema.
Así las cosas, el proyecto Life Soria ForestAdapt desarrolla barrenas forestales en los sabinares de Ciria para ver cómo ha respondido al crecimiento esta especie en los últimos años, para lo que se obtienen unos cilindros «en los que se leen los anillos con unas lupas muy potentes». Además, se están instalando unas cámaras de elevación de temperatura a través de los troncos para comprobar cómo evolucionan las poblaciones de líquenes y musgos a uno o dos grados más de calor. «Así vemos qué va a suceder, por lo que abordamos también medidas de adaptación, como entresacas, para que los árboles tengan más espacio, o el pastoreo con ganadería extensiva en sabinares», sostuvo Daniel Hernández.
En el bosque piloto en el hayedo del Moncayo, con más cobertura vegetal y humedad que un sabinar, además de colocar algunas cámaras de elevación de temperatura, se va a medir el flujo de la savia, otro de los valores a tener en cuenta para estudiar los efectos del estrés hídrico y el calor en las especies vegetales. En este punto, las representantes de la Fundación Empresa y Clima (FEC) abordaron una cuestión clave para el futuro del planeta como es la implicación de las empresas privadas para frenar el cambio climático a través de las estrategias de sus departamentos de Responsabilidad Social Corporativa.
En la hoyada del Moncayo, el jefe del Servicio Territorial de Medio Ambiente, José Antonio Lucas, disertó sobre los aprovechamientos forestales de los bosques de Soria (madera, resina, micología...) y también sobre el procedimiento que se está siguiendo para la inminente declaración del Moncayo, en su vertiente soriana, como parque natural.
a futuro. El responsable de proyectos de la Fundación Global Nature hizo hincapié en que «lo más importante» de esta inciativa que se desarrollará en Soria durante cuatro años es la herramienta de adaptación al cambio climático que se va a llevar a cabo. «Con todos los estudios que estamos haciendo del flujo de savia, del cilindro de las sabinas, de los elevadores de temperatura... se desarrollará una herramienta que va a estudiar el clima en el pasado reciente y para ver cómo las variables climáticas han afectado al crecimiento de los árboles y a otras producciones (setas, resinas, miel, etcétera). Va a ser capaz proyectar a futuro, de aquí a final de siglo, para ver cuál va a ser la evolución del clima y cómo va a afectar a los bosques hasta 2100», resumió.
De esta manera, con esta predicción se pueden diseñar las estrategias de adaptación que se van a incluir en los cuadernos de zona, en los documentos técnicos de ordenación de la Comunidad y en los instrumentos legales para que la gestión forestal esté ajustada a los impactos del cambio climático.
El proyecto en Soria se desarrolla sobre más de 36.000 hectáreas de montes públicos y privados, pero a medio plazo beneficiará a las 200.000 hectáreas de bosques provinciales.